10 septiembre, 2006

Una hoja en blanco nada más

Estoy demasiado triste para escribir aquí y por eso no puedo evitar hacerlo. Acabo de extraer el disco de la Fitgerald que lleva encerrado en el equipo de música desde hace noventa días para cambiarlo por uno del grupo de Joe, el músico del Cusco que trabaja para mejorar la educación en comunidades aisladas de los altos Andes. Devuelvo un par de correos electrónicos de mis chicas de Puerto Maldonado, los electrones son ahora el hilo físico que nos une, aunque la unión verdadera es ajena a la física y a la electrónica, qué pobre es la física, tan moderna, tan escasa. Comienza a sonar la zampoña, la caja peruana, el hayno inunda los altavoces, que son los parlantes, como dicen por allá, y es la primera vez que escribo allá refiriéndome a ese lado de la realidad, me doy cuenta con la última tecla, lo podéis comprobar vosotros mismos. La guitarra y las voces indianas, imagino esas cabelleras negras y lacias de hombre inca, rasgos afilados de nobleza perfecta, y las voces y las guitarras, y la tonada andina, me acongojan, y me empequeñecen. La melancolía puede ser el más dulce de los sentimientos, América Latina es un enigma, dice el cantante, en la calle el sol, treinta grados marca el termómetro, es la temperatura de la selva virgen, brilla con fuerza el sol castellano, es final del estío, nunca hubiera imaginado que la luz hermosa de mi tierra, y la campiña de encinas y sauces, pudieran ser más tristes que la garúa de Lima, que es tan poética, que es tan tristona, al despertarme he visto desde la ventana el chopo grande junto al río que ya empieza a otoñecer, como diría el amigo Gustavo, y me he hecho aún más consciente, y aún no lo soy del todo, de que estoy acá, y es la primera vez que escribo acá refiriéndome a este lado de la realidad, lo podéis comprobar vosotros mismos, ese acá.

El cuadernito que he llevado pegado a mí en cada segundo del viaje, afortunadamente no lo he perdido, está abarrotado de notas. Un lado, porque todo cuaderno tiene dos lados, cada cuaderno son dos tapas y dos cuadernos, ying y yang, chacana simétrica, el mundo es simetría, ciclo, vuelta a empezar, un lado tiene una lista de palabras a las que sigue su equivalencia en otra lengua, que es la mía, que es la suya también pero que es otra, también alguna receta, causa rellena, ésta dictada por Zully, gracias, estuvo deliciosa, qué bien lo pasamos ese día, la tortilla española amazónica tampoco estuvo mal, una tortilla en una selva, sin papa, no había más que una, el plátano y la yuca no son malos sustitutos, por si os pasa, se amontonan los recuerdos, tendré que hacer la causa rellena por acá, otra vez lo he escrito, ese acá, ese acá, ese acá...

El otro lado del cuaderno recoge ideas sueltas, una observación en una cafetería o en una fuente de soda, un sentimiento breve que se va a fugar, que hay que atrapar como una mariposa morfo, para que no se pierda, para que siga volando libre eternamente, no es posible, lo sé, un color en una calle, en un paisaje, en un corazón. Ideas sueltas entremezcladas, la libreta se parece a la periferia de Lima, cables y calles y gente y carros y mezcla y todo junto, la libreta tiene ideas sueltas entremezcladas con un correo electrónico, un teléfono, otro, éste es el celular, verdad que seguiremos en contacto, claro, ni lo dudes, la mitad de esa mitad de la libreta son notas sueltas y la otra mitad son nombres, siempre nombre y dos apellidos, culturas semejantes, caracteres idénticos pero distintos, somos parte de lo mismo, somos complemento y simetría, un teléfono a continuación, mira éste es el de acá y éste el de Lima, me llamas, eh, y el correo electrónico, éste lo leo todos los días, vivo en Sigüenza, bueno en un pueblito de veinte habitantes, a seis kilómetros, es muy bonito, tenemos hasta castillo, provincia de Guadalajara, sí, como la de México, de dónde crees que procede el nombre, ya sabes, cuando vengas por España que no se te ocurra no llamar, aquí tienes una casa, y un amigo, pero ven, eh, bueno, yo también tengo que volver, no me cabe duda, nos veremos muy pronto, estoy seguro.

Ha sobrado una hoja, cada mitad del cuadernito ha quedado separada por una sola página en blanco, todo lo demás está lleno, completo, vivencia escasamente recogida, el lenguaje es la más imperfecta de las comunicaciones, una hoja en blanco con cuadraditos grises, una página de sobra nada más, cuadernito sencillo de vida condensada, la simplicidad es la más hermosa de las cualidades de las cosas. Viajar, inmensa idea, muchísimo más que hacer turismo y sólo un poco menos que radicar, esto ya lo dije una vez, viajar es también vivir, y ni el más denso de los cuadernitos garabateados, y ni el más íntimo de los cuadernos de viaje, puede resumir, ni podrá, qué rabia siento, tiene que ser así, eso es lo bonito, ni puede atesorar, ni podrá, ni puede contener, ni podrá, tiene que ser así, eso es lo más hermoso, la vida sigue, la vida pasa, ni puede siquiera llegar a rozar levemente un simple fragmento de existencia, tremenda la palabra existencia, por muy insignificante que éste sea.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Julio, bienvenido a tu terruño, ¿nostalgía?, hombre...normal, pero es preferible sentir esa nostalgia, ese "nosequé" que...¡oye! como dice la canción: "porque es mejor tener y después perder, que nunca haber tenido...". Un beso.

Raquel

Zully dijo...

Julio
Se que se debe volver a las labores, a tus clases a tus amigos, pero los fines de semana a preparar una rica causa rellena y nosatras aca prepararemos una rica tortilla española y quiza la amazonica...los castillos y el rio Henares seguiran allá contigo y aca nosotras esperando conocerlo y quiza intentemos prepara algun plato peruano y de seguro nos faltaran ingredientes y trataremos de juntar nuestros mundos a nombre de una amistad...esta que hace que sigamos en contacto y a pesar de las diferencias de horario y de oceanos para este momento ya no tiene importancia...aun te faltaron conocer muchos lugares de Maldonado pero te falto conocer lo mas importante mi casita en Lima cuyas puertas estan abierta siempre para los amigos y los amigos de los amigos uyyy cuanta gente te falta conocer mucho de nosotros y nostros de ti no puede pasar otra oportunidad sin que bailes al ritmo negro y de la propia costa con sus marineras y el lando...falta mucho y aun hay vida...sin contar el itinerario que deberas hacer para nuestra llegada a tu barrunto jijiji anotalo en tu diccionario de "jeringas" y conoceremos ese castillo que tanto promocionas y en donde inventaremos de seguro historias de terror...
Besos
Zully

Julio dijo...

Buff, Zully, eso promete, los ritmos de la costa, tendremos que irnos los tres otra vez, con Naty, a "romper la discoteca", ¡pero con menos volumen que en La Choza, por favor!, ja, ja, ja... Sí, eso es lo bueno, que queda mucho todavía, acá, allá o entre medias. Es una maravilla recorrer cada fragmento de la vida, amiga mía, y la gente como vosotras hace que lo sea aún más. Un beso desde mi barrunto, jaja.

Julio dijo...

Raquel: sí, es nostalgia vulgar nada más, que diría el cantante; hoy el día ha sido duro, encuentro con el trabajo, no por el trabajo en sí, sino porque representa la rutina, lo anodino. Pero sé lo que dices y te aseguro que valoro lo que me traje en la mochila y que ya para siempre será mío. Sólo tienes que ver los comentarios de Zully, y espero que los de otras amigas caigan tarde o temprano, para ver que el viaje fue auténtico, y no un relato de ficción novelado en cómodas entregas. Un beso.

Julio dijo...

Por cierto, Zully, veo que realmente me falta. No tenía noticia del landó, ya me he informado (por aquí). Puff, y yo que pensaba que la lambada (que tanto le gusta a Chío) era "lo más"... No sí ya decía hace unos días que vengo tuertito. jajaja. Buenas excusas para volver...

Anónimo dijo...

Hola, Juliete, bienvenido a casa! Te he llamado un par de veces pero supongo que estabas durmiendo el jet lag y reordenando tus niveles de melatonina... y como soy tan prudente...
Tenemos muchas ganas de verte aunque andamos de coronilla para variar. A ver si hacemos un hueco, hablamos.
No estés triste, has abierto una ventana enorme en tu vida y si tú quieres el Perú y todas sus maravillas seguirán allí, esperándote.
Besos
Beatriz

Julio dijo...

Beatriz, gracias por la bienvenida, a ver si os llamo yo, que ando un poco descolocado, sí, además tengo el móvil fuera de servicio por no sé que cosa que ha pasado mientras estaba allí, Movistar, divino tesoro. La nostalgia no me preocupa, tranquila, lo que me traigo ahí está. Y sí, así es, desde ahora, el Perú es un poquito más "mío"...

Julio dijo...

Naty: yo estoy allí y vosotras estáis aquí, ves qué pequeño es el mundo. Todos esos recuerdos compartidos, son las cosas que merecen la pena, aunque es cierto que daría cualquier cosa por poder estar allí físicamente siquiera un segundo, a voluntad, por ejemplo mañana al salir de trabajar, y luego, en el siguiente segundo, de vuelta, que hay que trabajar mañana, y reírnos con los chismorreos, yo sin enterme de nada, claro, o dar un paseo por la selva, o tomarnos unos helados en el Gustitos, o tantas y tantas cosas. En fin, hoy os he estado mirando desde el aire. Bueno, en la foto de satélite del google... Puna, selva y costa. Como le digo a mi amiga Beatriz, de acá, ya considero al Perú un poquito más mío...