Comer y vivir es barato. Comer sentado, 6 a 20 soles (4 soles = 1 euro), pero la comida es demasiado copiosa aunque se pida un solo plato. Creo que hasta estoy engordando... (¡pardiez!) (de todas maneras ya llegará la sierra con las rebajas). Hay comida rápida y puestos callejeros con cosas ricas por todos los sitios. Por menos de cinco soles comes de sobra en ese plan. Así pues, a partir de mañana, comida ligera. Lo juro. Aunque ahora que lo pienso, aún no he probado el cebiche (pescado crudo, marinado, plato nacional). Y me han dicho de un sitio "chupi" con vistas al Pacífico... Uhhm, habrá que esperar a pasado mañana para según que planes.
Dormir, desde 10 soles si se va de cutre de verdad; para ir de "simplente cutre", unos 25 a 30. A veces con baño propio y todo (otras compartido). Yo estoy por 36 con baño propio en un hostal absolutamente surrealista, en una casa de "estilo colonial", por decir algo, entrada y escalera de madera y demás. Me encanta. Está perfectamente limpio, aunque no nuevo, por supuesto (luego no reluce), y en una habitación oscura (¡debajo de la escalera!). Pero lo mejor es el anfitrión, absolutamente servicial, amable y conversador, que vale su peso en oro. Hostal de las Artes, por si algún día caéis. Aunque no apto para pusilánimes: el barrio quita pelín el hipo (al llegar, luego se pasa...) Dato práctico final para el dormir: nunca olvidarse los tapones de los oídos para venir a Lima...
El desplazamiento en Lima es mejor hacerlo en taxi o en zapatilla. Las rutas de los pequeños autobuses (las "combis") , que abundan como setas, son demasiado crípticas para mí (no hay mapas: sólo el nombre de los barrios de inicio y final en el frontal del autobús) y, lo más que he pagado en taxi por ir casi de punta a punta de la ciudad (casi 10 mill de habitantes bastante desparramaos), han sido 10 soles (2.5 euros). En fin, que no merece la pena calentarse los cascos con complicaciones. Sobre todo si, con el servicio, viene el taxista, personaje limeño espectacular, que se merece otra entrada en el cuaderno...
Si alguna vez venís a Lima no os perdáis: el centro, el Museo Nacional de Arqueología (fundamental), paseo marítimo, y, al amante de la naturaleza, el museo de historia natural (sobre todo para el que sienta nostalgia de los antiguos museos de ciencias, como era el de Madrid antes de que lo transformara Walt-Disney; éste de Lima es una reminiscencia total, en decrépito supino, polvo y mugre incluidos; encantador). Dicen que también hay un zoo, pero me parece que voy a pasar (me lo estoy imaginando, vamos). Como de las "huacas", o pirámides ceremoniales, de las que está lleno el país, pertenecientes a las distintas culturas precolombinas (al fin y al cabo la cultura Lima fue una de las menores: me reservo para el norte, con los Moches, Chimúes y demás panda).
Me gustaría ver el barrio del puerto, o sea, el Callao, aunque todos dicen que es de "agarrarse los machos", pero mañana toca visita a la biblioteca del herbario de la universidad, con ayuda de los contactos que he hecho, antes de partir a recorrer el país, probablemente pasado mañana. Esta vida consiste en una elección permanente...
23 julio, 2006
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