El Callao es la zona portuoria de Lima. Bueno, en realidad, Lima es una cosa y el Callao otra. Son distintas municipalidades, como dicen acá. Como lo son Miraflores, Barranco, La Molina,... Muchas ciudades en una, como Roma con sus colinas. Y cada una con su alcalde propio. ¿Os imagináis un alcalde en Santa María, otro en La Alameda, otro en las Travesañas... y otro en el paseo de Las Cruces? Bien, no sigáis, que ya veo que os lo imagináis.
El Callao es un conjunto de casas en orden inexistente. Ningún encanto pesquero. Sólo hay de interés un fuerte de esos con los que fuimos engalanando los españoles cada puerto cuando fuimos fundando ciudades en el "nuevo mundo", y que después sirvió para repeler a los chilenos en el caso este, parece ser. Hay que decir que el del Callao no dice mucho; tiene, por ejemplo, muchísmo menos encanto que "el morro" del viejo San Juan, en Puerto Rico.
La cuestión es que yo quería comer cebiche en el puerto, pero no ha podido ser: no hay lugares de interés para ello. O, mejor dicho, con el suficiente interés como para que compense el tener que andar con mil ojos. Y es que, como decía más abajo, el Callao es de "sujetarse los machos". Juan, el taxista, me había recomendado una calle llena de cebicherías fuera del Callao. Y al final, le he dicho que me llevara allí. ¡Cómo me voy a ir de Lima sin probar el cebiche!
El cebiche es el plato nacional de Perú. Consiste en pescado crudo aderezado con limón (lo que nosotros llamamos lima, que casualidad) y ají (picante de pimiento). No está mal. Naturalmente, no he podido con todo: por 22 soles, incluida una cerveza, me han plantao un plato como para tres. Así son las cosas en este país. Sin alguna vez caéis por Lima: C/ Rosa Toro, en la Urbanización San Luis. No es el puerto, pero en el restaurante "El Molino" comes rodeado de nacionales, nada de guiris (salvo uno mismo, claro), y cuando la gente deja de mirarte según entras, ya estás como en casa.
Pero con todo lo mejor ha sido la carrera con Juan. Más de media hora entre ir al Callo desde el centro y volver a Rosa Toro. Apasionado por su país, me ha puesto al día de los tiempos de Fujimori, "el chino". Naturalmente, la percepción que tenemos desde Europa de su paso por el gobierno nada tiene que ver con lo que me ha contado Juan. Según él, si le dejan volver a postular o presentarse a las elecciones, en estas últimas que ha habido arrasa. Pero tiene sanción por diez años auspiciada "por sus enemigos", es decir, los políticos actuales, fundamentada jurídicamente en que "abandonó el cargo", cuando lo que hizo fue renunciar y adelantar las elecciones ante el escándalo de la "mano ligera" de uno de sus asesores (un gesto que, si se mira bien y sin más datos, le honra). El Chino acabó con el Sendero e inició el comienzo del cambio económico en el Perú, y, según Juan, fue el mejor presidente que ha tenido su país. Añade que en provincias (como dicen acá) la percepción de Fujimori es aún mejor ya que antes de él el ejército asesinaba campesinos a la segunda pregunta acerca de "dónde están los terroristas", mientras que con él el campesino se tenía como un colaborador verdadero. Habrá ocasión de comprobar todo esto al moverse por los Andes. Y, naturalmente, no olvido la opinión de Sabino: "emparedados" entre dos fuerzas (Sendero/ejército).
25 julio, 2006
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2 comentarios:
Perdona pero hay un error en tu comentario el ceviche es el plato nacional del Perú no de Chile
Ups, un lapsus. ¡Gracias!
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