En España, que debemos de ser menos poetas, la llamamos "niebla meona", pero aquí, en Lima, la llaman "garúa", que suena casi triste. La cosa es que la corriente de Humboldt recorre la costa pacífica de América del Sur portando aguas frías antárticas desde la Tierra del Fuego hasta casi Ecuador, y, así, con ella, las brisas costeras se condensan en invierno, formando nubes y nieblas que alimentan de precipitaciones ocultas el desierto costero Chileno-Peruviano, por lo demás uno de los más secos del mundo. Esto lo he explicado en clase montones de veces, por lo que me resulta aún más emocionante pasar de la teoría a la práctica.
Dicen que Lima en invierno, con su garúa, deprime al viajero. Aunque puedo asegurar que yo, por el momento, no he notado nada.
21 julio, 2006
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2 comentarios:
Julio nos encanta tu diario. Besos familia Amo Viagel
.. en verdad eres un gran redactor.. me gusto tu forma tan abierta y directa de decir las cosas.. que buenoq ue hayas visitado pozuzo.. el codo de pozuzo es lo maximo tambien
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