16 agosto, 2006

Lluvia sobre el Cusco

Ha empezado a caer la lluvia mansamente sobre la capital del imperio. Las calles se vacían de gente, el ambiente se transforma, y la melancolía más perfecta se apodera de las piedras grises de los incas, de los empedrados pulidos de las calles, de los muros de cal y canto. Los que estamos en el establecimiento de computadoras seguimos concentrados en nuestras pantallas, tal vez dialogando con el otro extremo del mundo. No se puede salir fuera, la lluvia se intensifica y lo lava todo. La música que suena en el local invita a la introspección, y mientras la joven dueña habla dulcemente por teléfono o atiende con amabilidad a un nuevo cliente, no entran más, ya digo que llueve, todos los "conectados" tratamos de hacer tiempo. Intento imaginar a la multitud rindiendo homenaje a su Inca en el Huakaypata, en la plaza. El Inca con su traje ceremonial simple pero magnífico, pequeño faldón, cuerpo superior y sencilla capa; con la elegancia natural de esta raza de hombres y mujeres enjutos. Dicen que para los Incas el color perfecto era el negro y que el blanco era considerado un color inferior. El Cusco es blanco en sus paredes y negro en sus suelos. Hoy, ahora mismo, empapados por la lluvia, los colores opuestos del Cusco se intensifican, se separan, se disciernen. Hoy, ahora mismo, el Cusco me acoge, y yo comienzo a sentir la necesidad de deambular. Saldré del Huakaypata para subir a los barrios altos, a San Blas, atravesando otra vez en mi camino el Hatun Rumiyoc, la calle real, en la que destaca el muro del palacio del Inca Roca; la calle donde volveré a rozar la piedra de los doce ángulos, uno por cada panaca o linaje real. Amaina escasamente, y me dejo llevar por el embrujo, que me empieza a transportar. Aunque no sé todavía hacia dónde...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Julio aqui pasa algo muy parecido terminaron las fiestas y llegaron las lluvias, esperanzados pensamos que estan lloviendo setas, ojala dure mucho. Sigue disfrutando de tu viaje y esparamos tu regreso para sentarnos delante de unas viandas y nos cuentes mas. Javier y MªPaz

Julio dijo...

Aunque estoy disfrutando de lo lindo, también tengo unas ganas terribles de eso que dices, sentarnos delante de unas viandas y demás. Ayer vi en la televisión que había lluvias sobre España y naturalmente pensé en las setas. Que así sea. Besitos.

nacho dijo...

Hola Julio! Pues como ya te cogabana en su post la fámula Heredia y el hijoa adoptivo de Plan que tiene por marido, sí llueve por Sigüenza.
Aprovecho para ponerme al dia con tu blog y descargar algunas fotos en el mio.
¿Te acuerdas de las comparaciones entre viajes que te propuse?
Pues bien, valga sólo una.Yo el mio no lo he podido colgar tal como era mi intención, puesto que conectrase a internet en Malta me suponía pagar dos liras maltesas por media hora.Cada lira lamtesa equivale a 2,50 € , ez decir media hora 5 euros.
Ahí está la comparativa.
Como siempre , cuidate mucho Julio.

Julio dijo...

No está mal la comparativa, no. Aquí una hora enterita lo normal en casi todos los sitios es que valga un sol (a veces uno y medio y en algunos sitios especialmente caros tres o hasta cinco he visto). Un sol son 25 céntimos de euro...

Ya te puse en tu blog que no había podido acceder en muchos días, igual que tú en el mío, no sé por qué habrá sido. En fin, supongo que lo habrás pasado estupendamente. Cuenta algo en el blog o escribe, fenga...